La alianza Efraín Alegre, presidente del PLRA, y Fernando Lugo, líder del Frente Guasu, vinieron a poner la cuota de mezquindad sobre la legítima protesta ciudadana. Con el argumento de la propuesta de «elecciones ya», tras la llegada a la Presidencia de la República del titular del Congreso, Oscar «Cachito» Salomón, ambos vinieron a proponer la violación constitucional.
La idea vino de la izquierda que sabe del ego y las ansías de Alegre de ser presidente de la República, como sea. El objetivo de la sinergia luguista efrainista es apurar la caída de la ANR, comenzando a desgastarlo en las próximas elecciones municipales. Algunos analistas apuntan que Salomón está «capturado» por la oposición, grupo que lo llevó a liderar el Congreso Nacional.
A la protesta contra la mala gestión del Gobierno, comandado por Mario Abdo Benítez, en el tema salud, por lo cual se pide la salida del titular del Ejecutivo, la dupla Lugo-Efraín instaló el grito «que se vayan todos», que alcanza al Vicepresidente, Hugo Velázquez, pero no al titular del Congreso, Salomón.
La oposición teme que el poder quede a cargo de Velázquez, a quien consideran una figura fuerte, que no se deja manipular ni influir. La izquierda lo tiene entre ceja y ceja por pedir «tolerancia cero» para el EPP y el efrainismo no quiere dejar en sus manos la posibilidad de levantar el Gobierno a cargo de los colorados ya mirando el 2023.
Lo concreto es que la agenda de poder de los luguistas y efrainistas, hizo que hoy la protesta ciudadana esté teñida por la mezquindad y mucho sesgo partidario. Con el agravante del acompañamiento de sectores de la prensa, que siempre golpean al gobierno que sale y la fobia que tiene con el líder de Honor Colorado, Horacio Cartes, a quien consideran puntal para que los colorados sigan en el poder en el quinquenio 2023/2028.