Las elecciones nacionales del domingo dejaron un tablero político muy diferente al que conocemos en la actualidad. La unidad total de la ANR hizo que la misma quede significativamente más poderosa que nunca, logrando que Santi Peña obtenga casi 1.300.000 votos, casi medio millón de votos más que el candidato opositor Efraín Alegre. A esto se suma que los colorados por primera vez, después del Gobierno del Gral. Andrés Rodríguez, tendrán mayoría en ambas cámaras del Congreso. El Frente Guasu, conocido hasta ayer como la tercera fuerza electoral y liderado por el convaleciente Fernando Lugo, quedó casi exterminado del mapa político, quedando como única representante Esperanza Martínez en el Senado. Igual suerte fue la de Patria Querida, que solo pudo mantener una banca en la Cámara Alta, que es de representación nacional. La fuerza emergente es el sector liderado por Payo Cubas, quien debe cuidar las bancas logradas en ambas Cámaras, pues su inestabilidad emocional puede generar prematuras fugas en la nueva bancada Cruzada Nacional hacia los partidos tradicionales.
Por: Daniel Ortiz _______ @DanOrFe
Partido Colorado: Los candidatos del Partido Colorado, fundado por el héroe de la Guerra Grande Gral. Bernardino Caballero, lograron una unidad rápida y efectiva luego de las sangrientas internas desarrolladas el 18 de diciembre pasado. Trabajaron casi exclusivamente para fortalecer y movilizar el voto duro colorado, que en suma sería aproximadamente 1.100.000 votos. Sabían que con este número les alcanzaba de sobra, porque así lo mostraban los sondeos, ya que la oposición se fraccionó en varias partes.
La unidad oficialista no solo fue para la foto, sino también en el discurso. Todos usaron la frase: «Vamos a estar mejor», además, las arengas se basaron puntualmente en criticar el ataque por parte del Gobierno de Estados Unidos al Partido Colorado (a los 2 principales líderes), en medio del proceso electoral, con una evidente intención de favorecer a la oposición, con fines de facilitar la implementación de la ideología de género en Paraguay y otros planes globalistas. Si bien, las designaciones del «Tío Sam» pueden tener fundamentos legales, lo que se cuestionó dentro de la ANR fue el momento en que lo hicieron (tiempo electoral).
En definitivas, Estados Unidos, con sus designaciones de significativamente corruptos a Horacio Cartes y Hugo Velázquez, motivó a una unidad y movilización colorada sin precedentes en los últimos 30 años, lo que se refleja en los resultados electorales.
Concertación Nacional: La cabeza de la Concertación, el presidente del PLRA Efraín Alegre, generó la expectativa de ser el único capaz de tumbar a la ANR en estas elecciones. Si bien, el plan inicial era aglutinar a toda la oposición en el bloque, este cometido se fue volviendo un imposible y uno de los factores de peso para ello fue la actitud soberbia de Alegre. Lejos de salir a «mimar» y atraer a la unidad a referentes políticos de arrastre electoral, el veterano político liberal se creyó su propia mentira que él no necesitaba de nadie, sino todo lo contrario, los demás necesitaban de él, por su conocida lucha contra la mafia (se refería a HC). Fue así que no supo negociar un acercamiento con Kattya González, Euclides Acevedo o el propio Payo Cubas, quien fue quien le restó miles de votos en el Día D.
La propuesta de Efraín que mejor llegó a las masas fue que iba a bajar el costo de la energía eléctrica, una promesa repetida de la Campaña 2018, cuando ya perdió contra Mario Abdo. En vez de insistir con esta propuesta y la de medicamentos gratis, Efraín se pasó atacando a Horacio Cartes, algo que no estaba directamente relacionado al sentir y las necesidades diarias y urgentes de la población en general. El discurso de ataque tampoco agradó a los colorados independientes, que no se mostraron atraídos por Santiago Peña, y buscaban una alternativa electoral.
Otro factor que pesó en el fracaso de la Concertación fue la falta de claridad en ciertos temas como la ideología de género y el derecho a la propiedad. La ambigüedad a la hora de tocar estos asuntos no generó la seguridad necesaria para un grupo importante de electores que finalmente se decidió por la previsibilidad que ofrecía la propuesta colorada (del no a ideología de género). En silencio, sectores de la iglesia Católica y Evangélica, con gran influencia en las masas, motivaron a votar por candidatos provida y antiideología de género, indicando con sutileza que Efraín Alegre no era la opción correcta.
En definitivas, la soberbia y el microclima en el que vivía Efraín y sus colaboradores, de que eran la única opción de cambio y que por eso todos los anticolorados votarían por la Concertación, les terminó explotando en la cara en forma de derrota electoral con porcentajes nunca antes vistos.
Payo Cubas: El proyecto Cubas, cuya agrupación lleva el nombre de Partido Cruzada Nacional, sin dudas fue un fenómeno electoral que muy difícilmente pueda tener sostenibilidad en el tiempo, atendiendo las características conflictivas del líder de este sector. Payo logró, sin estructura alguna, posicionarse como tercera fuerza electoral con casi 700 mil votos, logrando 5 representantes en el Senado y también legisladores en Diputados.
Payo montó su estructura propagandística en las redes sociales, principalmente Facebook e Instagram, además de montar una efectiva red de grupos de WhatsApp en cada departamento y en especial en los de más peso electoral como Central ( metió 3 diputados), Alto Paraná (metió 1 diputado) y Capital. Se concentró en videos con muy poca edición y con un fuerte mensaje antisistema, lo que atrapó a jóvenes y mayores. Otra forma muy efectiva de captar votos fue pararse en los semáforos y subirse a los buses para tirar sus propuestas, en su mayoría con una fuerte dosis de populismo.
Mucho se habló de que Cruzada Nacional fue financiada por el cartismo para dividir los votos en la oposición, sin embargo, quedó más como una especulación del sector afectado liderado por Efraín Alegre, quien nunca se acercó a Payo para hablar de una alianza.
El desafío de Cubas es ahora mantener a sus 9 legisladores, que seguro serán tentados por los partidos tradicionales. La delirante forma de actuar de Payo podría acelerar las fugas, sin embargo, su esposa, la senadora electa Yolanda Paredes, podría ser una excelente mediadora entre el líder partidario y los parlamentarios.
Patria Querida: La agrupación, que actualmente tiene 3 senadores, sólo ganó una banca en la Cámara Alta (Orlando Penner) para el próximo periodo legislativo. De tres diputados en la actualidad, solo obtuvieron 1 curul (Rocío Vallejos, Capital) para el periodo 2023-2028. Uno de los factores que habría pesado negativamente fue la decisión de formar parte de la Concertación Nacional, en el que tenían que apoyar planes que exigían los partidos y movimientos socialistas que no comulgaban con el sentir de los simpatizantes de PPQ, conformados principalmente por gente de la clase alta, productores y con convicciones religiosas bien definidas. El prestarse a la estrategia de Efraín, de anunciar cargos en el Poder Ejecutivo antes de las elecciones, tampoco cayó bien en el electorado independiente, más aún que esto va en contra de la tradición de PPQ (repartija de cargos). Este partido deberá reinventarse para las elecciones municipales y preparar ahí las bases para volver a ganar espacios nacionales en el 2028.