El plan de juicio político a las cabezas del Poder Ejecutivo va perdiendo fuerza, tal como se solicitó desde un sector de la oposición y que varios ciudadanos indignados también acompañaron. Los principales motivos del fracaso fueron que el cartismo cerró filas a favor de mantener a Mario Abdo-Hugo Velázquez, el apoyo internacional al Gobierno, principalmente de EE.UU y el mensaje de la Iglesia Católica, de que no es momento de un impeachment. Otro aspecto de peso que quitó fuerza a la iniciativa fue la contaminación del proceso por parte del efrainismo, el luguismo y el Encuentro Nacional, que quisieron aprovecharse de la situación imponiendo proyectos que iban contra la Constitución Nacional. Estas fuerzas de la oposición también corrompieron las manifestaciones ciudadanas, ya que se embanderaron con las movilizaciones, incluso promoviendo la infiltración de inadaptados. Los avisos del aumento de contagiados y muertes por Covid también influyen.
Las manifestaciones ciudadanas sirvieron para que el Presidente Mario Abdo Benítez cambie de rumbo en su modelo de gestión, sobre todo en lo que implica la atención sanitaria en esta pandemia por Covid y la gestión de vacunas y medicamentos. Lo primero que logró la autoconvocatoria de un sector del pueblo fue la renuncia del Dr. Julio Mazzoleni. La indignación no paró y el Mandatario anunció más cambios en su Gabinete que hasta ahora se están concretando.
- Propuesta ilegal de la oposición
Las movilizaciones comenzaron a perder fuerza cuando la oposición decidió tomar bandera de lo que estaba gestando la ciudadanía indignada. El sector del PLRA, liderado por Efraín Alegre; el Frente Guasu encabezado por Fernando Lugo y el Partido Encuentro Nacional (PEN) con la diputada Kattya González al frente, además de otros legisladores opositores, comenzaron a impulsar un plan inconstitucional para sacar a las cabezas del Poder Ejecutivo: Mario Abdo Benítez y Hugo Velázquez, por juicio político, para luego llamar a nuevas elecciones en un plazo de 90 días.
El Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) y varios referentes constitucionalistas dieron la alerta de lo que se estaba promoviendo desde el sector mencionado de la oposición, y que era acompañado por algunos medios de comunicación, caía en lo inconstitucional, es decir, no era legal.
El Partido Patria Querida por su parte, dijo que acompañaría el juicio, pero admitió que estaba mal planteado. Analistas indicaron que la agrupación política decidió apoyar el impeachment una vez que percibió que el plan no saldría, quedando así bien frente a la opinión pública.
Entonces, la propuesta apresurada del efrainismo/ luguismo/PEN era ilegal y eso fue el primer factor que debilitó el plan de juicio político. El sector opositor optó por querer usar (manipular) la fuerza ciudadana, para imponer su idea y tomar el poder; ignoró el diálogo con el cartismo, el sector opositor dentro de la ANR a Mario Abdo Benítez, crucial para obtener los votos para un eventual juicio político.
- Infiltrados y división
La cantidad de personas en las manifestaciones ya no alcanzó el número de la primera jornada, que fue el viernes pasado, hace 7 días. En este día se evidenció que la protesta estaba infestada por infiltrados de partidos de la oposición. Una gran cantidad de personas, sobre todo la gente mayor, quedó decepcionada y ya no fue a las otras convocatorias.
Entre los organizadores de la protesta también hubo división, pues decidieron incluir otros objetivos a parte de Mario Abdo y su gobierno, como ser la ANR y Horacio Cartes. Esto hizo que las fuerzas se fragmenten. Desagradó además a los afiliados colorados que acompañaban las marchas.
- Apoyo de EE.UU.
Otro factor importante que derivó que el plan de juicio político pierda fuerza fue el apoyo de los Estados Unidos al Gobierno de Mario Abdo, «establecido democráticamente». El Ejecutivo recibió una carta de agradecimiento y apoyo del nuevo Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en el momento más candente. Si bien esto pudo haber pasado desapercibido a la ciudadanía en general y los manifestantes en particular, a nivel diplomático fue un llamado de alerta, para que otros países estén atentos a copiar esta iniciativa de respaldo. El mansaje también llegó al cartismo y las fuerzas opositoras al Gobierno.
- Intervención de la Iglesia Católica
La Iglesia Católica hizo su parte para quitar fuerza al plan de juicio político, que generaría una grave desestabilización en el país. El monseñor Ricardo Valenzuela, candidato a Cardenal y obispo de la Diócesis de Caacupé, conocido por su postura frontal contra la corrupción y crítica a los políticos, arregló una reunión por el Vicepresidente Hugo Velázquez. Este lo recibió de inmediato y pidió al obispo que la Iglesia sea conciliadora entre todos los sectores. El segundo del Ejecutivo arregló reuniones de varios lideres de bancada con Valenzuela, quien llevó el mensaje claro: No es momento de un juicio político ya que el principal enemigo actualmente es el COVID.
- Contagios masivos
Un aspecto que está incidiendo en la participación de personas en las marchas contra el gobierno es el temor a contagio del virus Covid. Ya no existe la misma cantidad del personas en las convocatorias porque los avisos del Ministerio de Salud sobre los picos de casos positivos son alarmantes, lo que se suma al nulo numero de camas para internaciones tanto en hospitales públicos como privados.