Estados Unidos, por citar a la potencia mundial y con instituciones autónomas, el presidente y vicepresidente hacen campaña política a favor de sus listas. Esa conducta de años jamás significó un menoscabo a la democracia. En todos esos recorridos, dichas autoridades son escoltadas por la seguridad pública y se mueven con móviles terrestres o aéreos del Estado.
Valga la descripción del párrafo anterior para poner en contraste lo sucedido con el Vicepresidente paraguayo, Hugo Velázquez, quien fue noticia por moverse en el transporte de la Fuerza Aérea. Además de dicha critica que le hicieron, también hicieron reparos por hacer actividad partidaria. ¿Quién debía cuidar al Vicepresidente y con qué móvil debía ir al interior de la República?. ¿Y por qué no debería hacer política?.
Sin entrar a poner de relieve que Velázquez estuvo recorriendo una zona de alto riesgo y que además estaba cumpliendo tareas de Gobierno, sirve poner en la balanza lo que hacen los mandatarios en Estados Unidos y lo que se le achaca al segundo mandatario de Paraguay. Sirvan ambos hechos para generar un debate más amplio sobre la competencia de los Mandatarios; sobre la seguridad que deben tener y el derecho de actuar en política.