Con el comunicado del Departamento de Estado de los Estados Unidos de America del 22 de julio pasado, a Horacio Cartes se le vienen muchas cosas peores. Y es que el gobierno del Presidente Joe Biden encasilló al líder de Honor Colorado y exmandatario paraguayo como una persona que pone en riesgo la seguridad interna del país del norte y países amigos de la región, por crímenes transnacionales y terrorismo. Similar situación ha soportado en su momento el cerebro de los atentados del 11 de setiembre de 2001, Osama Bin Laden, acusado de terrorismo y crímenes de lesa humanidad contra ciudadanos estadounidenses.
En su momento también un juez federal pidió la captura internacional del terrorista Bin Laden, quien estuvo prófugo mucho tiempo, para después ser muerto en un enfrentamiento con soldados del ejército de los EUA.
«El gobierno del Presidente Biden encasilló al líder de Honor Colorado como una persona que pone en riesgo la seguridad interna del país del norte y países amigos de la región, por crímenes transnacionales y terrorismo»
Hasta ahora el expresidente de Paraguay Horacio Cartes, no acusó impacto de las graves acusaciones que se alzan en su contra y redobló la apuesta y con soberbia contestó al embajador de los Estados Unidos en Paraguay, “que solo muerto” no participará de las elecciones internas.
Esto lo hace porque se prevalece sobre la propia ley en el país, creyéndose seguro porque tiene a la Fiscal General del Estado protegiéndolo y desestimando las múltiples denuncias en su contra.
El destino y la suerte de Cartes está echada, ya un juez pidió la requisa del avión terrorista detenido en Buenos Aires, que una de sus empresas nodrizas “Tabesa”contrató, esto tendrá aún muchas ramificaciones investigativas que pueden arrastrar a personas físicas y jurídicas, incluyendo a su delfín Santiago Peña, con quien quería seguir manteniendo el poder para blindarse de acciones judiciales.
Esto recién empieza.